Un par de robots llamados Bo y Yana creados por Play-i intentarán enseñar programación a los niños de forma simple y divertida a través de juegos y una interfaz sencilla utilizando un dispositivo táctil como el iPad. Por ahora estos dos robots y su entorno de programación visual amigable para los niños son un proyecto que busca fondos a través de un modelo de crowdfunding o financiación en masa.
La idea de la compañía es producir unos robots de juguete que con los que los niños puedan jugar y programar, dando a los niños una plataforma atractiva donde pueden experimentar la alegría y la magia de la programación a una edad temprana. Aprender programación no solo sirve para los futuros estudiantes de ciencias de la computación, sino que también enseña a los niños a pensar de forma diferente y fortalecimiento su vocabulario y mejorando sus habilidades de resolución de problemas.
Play-i está creando un entorno de programación visual para sus robots que funcionará en dispositivos táctiles, que se adapte a los niños en su nivel de la capacidad cognitiva y habilidades motoras comenzando desde los cinco años. A diferencia de otros lenguajes de programación donde los niños se les enseña primero la sintaxis, Play-i se centra en el aprendizaje a través de la exploración, el juego y el descubrimiento. La interfaz de programación no requiere que los niños sepan leer o escribir previamente.
Los robots podrán bailar, reproducir canciones, y recolectar otros juguetes del suelo. Pueden ser programados y controlados en forma inalámbrica desde un dispositivo inteligente. La interfaz de programación utiliza música, cuentos y animación y utiliza un lenguaje gráfico basado en Scratch de MIT y Blockly de Google. Además los niños que quieran ir más allá pueden ver detrás de la interfaz visual y ver el código real, y cuando estén listos pueden escribir su propio código.
Play-i lanzará dos robots diferentes. Bo que es un explorador y el más avanzado de los dos, y Yana, una narradora que puede traer vida a los personajes a medida que juega. Los dos robots pueden funcionar en forma independiente pero también se pueden detectar entre sí e interactuar entre ellos para un juego más avanzado.
Bo tiene dos motores para movimiento, dos motores para el giro e inclinación de la cabeza, un aro de luces en el ojo para emociones, dos luces a todo color para las orejas, un faro, una luz trasera, un altavoz con sonidos personalizables, y cuatro balizas infrarrojas para anunciar su presencia. Bo también cuenta con cuatro botones, tres sensores de distancia para detectar obstáculos adelante y detrás, un sensor de sonido, dos codificadores de rueda en la base, dos codificadores de cabeza para un preciso posicionamiento de la cabeza, un acelerómetro, un giroscopio, y dos detectores de infrarrojos para detectar las balizas de otro robot. Por último, Bo cuenta con 6 puntos de anclaje donde se pueden conectar accesorios.
Yana en cambio no tiene motores de movimiento pero cuenta con un un anillo de luz en el ojo para expresar emociones, dos luces a todo color para los oídos, un altavoz con sonidos personalizables y cuatro faros infrarrojos para anunciarse a otros robots. Yana también tiene un acelerómetro y un botón y tres puntos de anclaje multifunción para añadir accesorios.
Los robots Play-i estarán disponibles en el verano de 2014 (hemisferio norte) y tienen un precio de $149 para Bo y $49 para Yana durante la campaña de crowdfunding. Luego los precios de Bo y Yana aumentarán a $199 y $69 respectivamente.